Te traigo mil estrellitas mi niña

Hubo un día en el que nació en mí el miedo y la ansiedad, de ahí conocí la tristeza, era una niña de 7 años, en casa vivían unos “pupilos”, un día mis padres nos dejaron “un ratito nomás” a mi y a mi hermana de tres años a cargo de uno de los pupilos, Juan (el pupilo), me dijo que jugaríamos juntos y nos divertiríamos, fue acercándose con canciones para niños a mi cuerpo y con una canción de la hormiguita y del gusanito me iba guiando a tocar sus partes íntimas, yo no me sentía cómoda, tenía miedo… algo en mí me decía que eso no estaba bien, sin embargo mis padres nunca me hablaron de sexo, mucho menos de límites corporales, mis padres decían que la mujer debía ser virgen hasta el altar, según ellos mi valor dependía totalmente de aquello a lo que llaman virginidad.
Leer Más