Mandrágora

Edna Mandrágora
Se abrió una puerta de la que salió un brazo, en sus dedos sostenía un pañuelo desechable que segundos después utilicé para secar mis lágrimas, estuve ahí congelada tratando de que ni siquiera mi respiración se notara, no pude evitar que mis lágrimas rodaran pero no quería que nadie se diera cuenta, el pañuelo desechable había roto mi objetivo, escuché al juez decir que no habían pruebas suficientes para sentenciar al imputado, así es, mi agresor era absuelto, o sea: era inocente, ni siquiera quise ver al juez, no quería guardar su rostro en mi memoria, fijé un punto en el suelo y ya no hice nada más, cuando terminó todo solo me fui.
Guardé mi certeza, la atesoré como estandarte, lo que sí viví pero dijeron que no, meses después la cría mayor buscó refugio en su soledad, antes de irse me regaló un poco de su dolor, y hubo distancia, mucha, la distancia que nos unió en vez de separarnos, no he podido hablarle de lo que sé, un día en unas de las audiencias me leyeron su declaración, C.I. 1872/2017 y sus palabras, mi papá se detuvo en la carretera, estaba enojado, tomó a mi mamá del cabello y la golpeó contra el vidrio de la ventana y después contra el tablero, yo tenía mucho miedo y me hice la dormida, y yo pasé una eternidad creyendo que estaba dormida, son los secretos que ambas creemos que es secreto.
Me hice especialista en vuelos, creyendo una y otra vez que así es como se acaba, pero las relaciones violentas siempre te tienen al borde del precipicio, siempre te persiguen, una relación violenta es como el suicidio, una idea que duerme y cualquier detalle la despierta.

Titulo: Mandrágora.
Técnica: texto
Autoría: Edna Montoya
Me llamo Ednita Montoya, soy mamá autónoma, mis dos crías son mi inspiración y yo trato de ser su fortaleza, no solo por la fuerza sino por el refugio. Soy sobreviviente de feminicidio, experta en vuelos, sé irme de donde no me aman y no me tratan bien, creadora de la marca Edna Mandrágora que nació por la necesidad de sentir al mundo más seguro cuando me corrieron del mundo que había creado antes para mí, me habito a mí misma, fui mucho tiempo mi propia tabla de salvación hasta que llegaron las feministas, hasta que se formaron las redes, por eso sobreviví.
Ahora procuro ser apoyo para otras mujeres, amo defender a las adolescentes víctimas de violencia en las escuelas, estoy en contra de todo ejercicio de poder y todo tipo de violencia contra mujeres y niñas, estoy convencida de que hay la posibilidad de un mundo mejor para nosotras.




