Por: Ana Alicia Osorio

Su familia se puso al frente. Tomados de las manos y los brazos, dirigieron el rumbo y la velocidad de la marcha. Pero dos centenas de estudiantes y personal iban detrás. Pedían una sola cosa: justicia.

No está sola, no están solos, les repetían las y los estudiantes, a quienes el feminicidio de Karina, una de sus compañeras, les llevo a tomar la calle.

Con flores blancas y algunas veladoras en la mano, quienes marcharon pidieron justicia por la estudiante de nutrición que se convirtió en una nueva víctima de feminicidio el sábado pasado, presuntamente a manos de su pareja quien se encuentra hospitalizado y bajo custodia tras intentar quitarse la vida.

Las y los manifestantes lanzaron algunas consignas y recorrieron en su mayoría de manera silenciosa, a manera de protesta y homenaje a Karina.

Quienes la conocieron la describieron como una joven callada, estudiosa, que estaba siempre atenta a sus clases y le gustaba participar en las prácticas.

Antes de terminar la marcha, hicieron un círculo donde colocaron flores y pusieron una pancarta justo en la entrada de la universidad donde su nombre se ve en grande, a una manera de homenaje y recordatorio de que siempre estará presente.

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