Querida Ana: 

Te escribo y ya es ganancia, como dicen por ahí, no es mucho ni es poco, pero a veces es bastante. Me encuentro bien. Como es costumbre, en esta casa no hay azúcar, pero no es grave. 

En este hogar/cuerpo que habito seguimos escribiendo y resistiendo, fieles como dices, a esa pauta: escribir desde la honestidad, la inmediatez y el devenir de la vida y el sentir. 

Y ya que estamos aquí hablemos de nosotras, de nuestros proyectos, sueños y obstáculos. Se que a veces tenemos al “enemigo en casa” y que no siempre es fácil lidiar con el mundo, pero separemos esas grandes batallas, en momentos de fluides, dividamos a este gran mundo en bocados pequeños y vayamos comiendo un pedacito a la vez. 

En esta ocasión para mí, esta columna es un pequeño bocado, en esta vida de mujer adulta, es un poco de autocuidado en soledad. Algunas, si no es que todas las veces, en las que ya sea, porque tuvimos una descarga de serotonina y dopamina a full, porque fue un buen día, o porque los planetas se alinearon, nos inundan unas ganas brutales de devorarnos al mundo completito, pero siendo sinceras, esa chispa no dura, y entonces ¿qué hacemos? Pues dividir el pastel en pedacitos y avanzar poco a poquito, con pequeñas victorias, todos los días.

Me gusta el ejercicio personal de apostar por nosotras mismas, de una forma consiente y constante, les confieso que también estoy empezando a trabajar en ello y que a veces tropiezo y me caigo, no pasa nada, lloras un poquito, te sacudes, planeas y sigues, te pones de pie y pones un pie adelante y luego el otro y así.   

A veces me pregunto si de verdad soy tan talentosa, inteligente y astuta como me pienso, pero esa no es la pregunta, es más, es una trampa, no caigamos en ella. Somos lo que somos. Hacemos lo que hacemos. Y seguimos, resistimos y avanzamos. Punto. 

Rodeadas de amor y merecedoras de todo lo bueno de la vida, apostemos por nosotras, nuestros proyectos, productor y creaciones, pasito a pasito, bocado a bocado, comámonos este mundo que es nuestro.  Dejemos que nuestras pequeñas victorias sean esa chispa que nos impulsa, no nos soltemos a nosotras mismas. 

Con Cariño.

Amanda V.