Estudiantes de la Escuela Normal exponen más casos de discriminación y violencia

Por: Alba Valdez 

Más mujeres han denunciado ser víctimas de violencia institucional y discriminación por parte del personal académico de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana, por haber estado embarazadas o padecer alguna enfermedad. 

Luego de que la estudiante embarazada de octavo semestre, Karla Levi Ronquillo, denunciara que había sido dada de baja de manera arbitraria y bajo engaños de la carrera, por el director de la institución y la encargada del curso; ex estudiantes han señalado haber sido víctimas de los mismos abusos. 

Al hacerse pública la situación por la se encuentra atravesando Karla, más mujeres se animaron a dar sus testimonios, la mayoría de ellos de situaciones de violencia a mujeres que se encontraban embarazadas o maternando, inclusive señalan a la misma encargada del curso, Dina Neida Carbajal, como la principal violentadora. 

Una de las estudiantes narró que cuándo solicitó espacios a sus profesores para amamantar a su hijo uno de los maestros le dijo que se “pusiera chile en los senos” para que se solucionara la situación, posterior a esto fue igualmente dada de baja administrativa por supuestamente incumplir con los horarios, cuando en todo momento llevó los justificantes. 

Alrededor de  diez estudiantes señalaron que desde el inicio de la carrera las y los profesores les advierten que no se embaracen porque sus consultas no serían motivo de justificación, mucho menos cuando den a luz o necesiten amamantar. 

Inclusive alumnas indicaron que al enterarse de que estaban embarazadas no lo hacían público, ya que en medio del salón de clases eran discriminadas y expuestas por los profesores.

Los testimonios

“Leí tu caso y lloré, me hizo recordar todo lo que viví con Dina en mi embarazo. Te comento que acudía derechos humanos en aquellos años, pero no me escucharon. Tuve el valor de ir ahí porque algunas otras maestras me dijeron que Dina ya ha tenido problemas con alumnas embarazadas en otros años o sea que no es algo nuevo y no hemos sido las únicas. Ella incluso quiso sabotear mi proceso de titulación, pero no lo logró gracias a mi asesora que me defendió a morir”, señaló una joven. 

“Yo entré en el 2017, mi embarazo era de riesgo, yo al escuchar eso me sentí terrible, no sabía si la decisión que había tomado era la correcta, los maestros al enti ar al menos en esa ocasión metieron el chip en los alumnos de que estaba prohibido y era malo estar embarazada, algunas de mis compañeras hacían comentarios despectivos a este tema, todo esto sin saber que yo estaba embarazada, toda la presión que en ese momento había hacia ese tema hacía que yo llegara todos los días llorando a mi casa por no aguantar la situación, una maestra en una ocasión llego preguntando si había embarazadas, todas dijeron que no, y ella se empezó a reír y dijo «pues que bueno!, porque son un problema, que si tengo consulta médica, que si tengo que hacerme un ultrasonido, que si mi hijo está enfermo, que no tengo quien me lo cuide, son un problema» yo solo quería llorar y salir corriendo de ahí”. 

“Cuando hablé con mi maestro de práctica profesional, me dijo que no me podía dar más días y que me pusiera «Chile en mis senos» para que dejara de amamantar”. 

“Me enteré que estaba embarazada cuando dieron resultados de exámenes de ingreso a la BENV y afortunadamente quedé, mi familia me mostró apoyo para continuar con mis estudios aunque no estaban contentos por mi inesperado embarazo, pero al comenzar las clases me empecé a sentir mal, por lo que acudí con la maestra Beatriz para exponerle mi situación, y ella en lugar de mostrar empatía me «recomendó» darme de baja de la carrera, ya que no era una causa para poder justificar mis futuras inasistencias, yo iba con una amiga y ella le preguntó que si íbamos con el director me podrían dar alguna consideración y la maestra soltó una carcajada burlona mencionó que no fuéramos porque al director no le gustaban estás ‘situaciones’ y la incapacidad que me podían dar por máximo era una semana y ella siguió insistiendo para darme de baja (ahora me doy cuenta que fue una manipulación, en ese momento no lo vi por el estrés de la situación en la que me encontraba) y decidí darme de baja teniendo como requisito un oficio en dónde se presentara mi baja definitiva voluntaria, y cuando fui a dejar mi oficio la maestra Beatriz Eugenia me felicitó por darme de baja y por haber tomado una buena decisión”


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