Por: Ana Alicia Osorio 

Hace exactamente un año Marisela comenzó con la lucha contra el cáncer que hasta ahora va ganando, pero que ha tenido vertientes que ella no esperaba. 

Por ejemplo, tras la mastectomía (retiro del seno) de su busto derecho realizaba en julio pasado, ahora utiliza trapos para rellenar el brasiere cada vez que sale a la calle, para evitar que se le note el procedimiento al que se tuvo que someter. 

Por eso ella pide la donación de una prótesis mamaria externa, ya que no cuenta con los recursos suficientes para poder comprarla ni los conocimientos sobre cuál es la adecuada para su uso externo. 

“Desde mayo mi esposo dejó de trabajar, le cortaron su trabajo y no ha agarrado trabajo, me ha estado apoyando, cuidando, trabaja en lo que se puede y todo eso, pero realmente no tenemos para una prótesis”, contó. 

“Estuve viendo los precios, hay unos de 250, pero dice de silicona o no sé, realmente me da miedo comprarla porque no sea que me vaya a volver a salir otra cosa, pero no una amiga en una fundación le dieron una prótesis y dice que cuando va a salir se la pone y (me gustaría tener) porque yo me pongo unas esponjitas”, se ríe Marisela López. 

De acuerdo con La Liga Colombiana Contra el Cáncer citada por la Unión Latinoamericana contra el Cáncer de la Mujer, una mujer que pierde un seno experimenta desajustes, puesto que su imagen corporal se ve afectada y eso puede llevarla a problemas emocionales y ante ello una prótesis externa puede incidir positivamente en la vida de la sobreviviente de cáncer. 

Existen distintos tipos de prótesis mamarias y de acuerdo con la ULCM deben cumplir con algunos requisitos como no afectar la piel, no tener costuras y que el material sea de calidad. 

Marisela dejó un número de teléfono para aquella persona que quiera apoyarla a conseguir su prótesis: 9231016764.

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