Querida Ana

Sigamos con las buenas noticias, sigamos tejiendo redes, encontrándonos entre compañeras, rodeadas de amor soril, fuegas de rebeldía y ternura radical.

Justo mis días se han ido como agua cerrando ciclos y en planeaciones de proyectos que seguro serán cosa de esa Amanda del futuro que siempre saca la chamaba, a pesar de que el tiempo parece no alcanzar, pero alcanza, la cuerpa parece no poder, pero puede y la alegría y el amor nos acompaña siempre.

Y con todo y más, yo me quiero sumar con los agradecimientos, quiero compartirles una breve oración que me he inventado, como bruja que soy. La podemos decir en la cena de navidad/año nuevo o cuando se nos pegue la gana. Yo solo se las quiero compartir, porque entre más seamos, más nos divertiremos. 

“Al amparo de la noche, las convoco, las nombro, las invoco

Diosas antiguas, Ancentras febriles

Gracias Luna por iluminar.

Gracias a la Diosa Lluvia 

Por llorar conmigo, 

Por llevarse mis lagrimas y acompañarme a ver el sol

Gracias lluvia por mojar nuestras cuerpas y alimentar con agua las flores de los jardines de nuestros corazones.

Gracias por enseñarnos a ser agua y a fluir.

Por no permitir que nos estanquemos.

Gracias lluvia por ser.

Gracias Diosa, Madre Diosa. Tierra. 

Tierra firme que nos sostiene. Gracias.

Tierra firme donde nuestras raíces se hunden y enraízan, se nutren y nos fortalecen. 

Gracias Madre Tierra por TODO.

Por el alimento del alma y del cuerpo. 

Gracias por ser ejemplo y soporte. 

Y Gracias Hermanas, por iluminar, por ser y por estar” 

Los finales suelen tornarse raros algunas veces, pero no olvidemos que algunos finales son la antesala de grandes principios. 

Con Cariño.

Amanda V.