Conmemorar a las mujeres afrodescendientes

Amarantha Chávez

La reunión fue en República Dominicana. Un 25 de julio de 1992, cerca de 400 mujeres autopercibidas como afrodescendientes se reunieron para visibilizar una lucha inherente al color de su piel y a lo que personas ajenas a esta identidad rescatan de ella.

En esta asamblea, mujeres originarias de distintos países de América Latina y el Caribe decidieron hablar sobre el reto de ser mujeres negras en sus regiones.

Las prioridades de este encuentro fueron visibilizar una lucha que precisamente es interna a partir del testimonio y definir estrategias de acción política que permearan en la lucha contra el racismo con perspectiva de género.

Desde ese día, se declaró el 25 de julio como Día Internacional de la Mujer Afrolatina, Afrocaribeña y de la Diáspora, con el objetivo de hacer visibles las aportaciones y acciones de las mujeres afrodescendientes para eliminar la discriminación y racismo en sus respectivas regiones.

En México, existen 2 millones 576 mil 213 personas personas que se auto reconocen como afrodescendientes o afromexicanos, según datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi)

De este total, el 50.4% son mujeres, que se ubican principalmente en los estados de Guerrero, Veracruz y Oaxaca.

Ser afrodescendiente

Dice Jumko Ogata que nuestras identidades son una recolección de historias que contamos y que otros nos cuentan sobre quiénes somos y de dónde venimos. 

Una persona afrodescendiente es aquella de origen africano que vive en las Américas y en todas zonas de la diáspora africana por consecuencia de la esclavitud”, define el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED).

Reconocerse afrodescendiente puede ser motivo de prejuicios interiorizados en una sociedad en la que aún reside la discriminación y racismo, a pesar de ser un país formado por mestizos y esclavos.

Parte de este problema es evidenciado en el reconocimiento y consideración tardía de estas personas, incluso en instituciones tan importantes como el Inegi.

En su cuestionario del Censo de Población 2020 por primera vez fue contemplada una pregunta dirigida específicamente a la población afromexicana y afrodescendiente.

Por primera vez en la historia, esta institución se atrevió a cuantificar a un sector de la población que continúa siendo minoría, con el 2.4% de ellos contabilizado.

Antes de eso, este sector había sido medianamente contemplado en 2015 para la Encuesta Intercensal organizada por el Inegi, en la que 1 millón 381 mil 853 de personas se reconocieron como afrodescendientes. El 1.2% de la población total del país en 2015.

Mujeres afrodescendientes en México

No es ningún secreto que la apariencia física muchas veces llega a ser determinante en el trato y convivencia cotidiana.

En México, el reconocimiento de las personas afrodescendientes en la Constitución Política se dio apenas en 2019. 

La adición al artículo 2° quedó de la siguiente manera: “Esta Constitución reconoce a los pueblos y comunidades afromexicanas, cualquiera que sea su autodeterminación, como parte de la composición pluricultural de la Nación. Tendrán en lo conducente los derechos señalados en los apartados anteriores del presente artículo (2°) en los términos que establezcan las leyes, a fin de garantizar su libre determinación, autonomía, desarrollo e inclusión social.”

No obstante, es esto apenas un pequeño paso para la lucha contra el racismo. Las mexicanas de raza negra aún deben sufrir de comentarios sobre su color de piel, motivo muchas veces de una extranjerización que detona un abuso aunado al género que representan y a su sexo de nacimiento.

Como se llegó a plantear hace casi 30 años en aquel encuentro en República Dominicana: se requieren acciones políticas que además de informar, legitimen y posibiliten la toma de decisiones de mujeres y hombres con este contexto intercultural en el que, invariablemente, México se posiciona.

Además, poca de la historia negra está representada en los libros de texto que son distribuidos a nivel básico y medio-superior.

Sin irnos muy lejos, la rebelión negra estuvo presente en el estado de Veracruz con Gaspar Yanga, el fundador del primer pueblo libre en América.

De acuerdo con información de CONAPRED, Gaspar Yanga fue el líder de una rebelión antiesclavista en México a principios del período colonial español. 

Yanga construyó una pequeña colonia que con el tiempo se volvió pueblo y ciudad emblemática en el estado.

En esta historia que pocos conocen y pocos cuentan, también debe considerarse y reivindicar el papel de la mujer como cuidadora, madre y líder.

Existen colectivas afromexicanas que destacan esta lucha desde sus trincheras.

MUAFRO (Colectiva de Mujeres Afromexicanas en Movimiento) son un grupo de mujeres originarias de Guerrero y Oaxaca. Desde 2015, trabajan por el reconocimiento de las mujeres negras en esta región, con infografías y eventos a través de su página oficial de Facebook

Este 25 de julio, se conmemora la identidad fuera de cualquier forma de explotación y discriminación. Que este día sirva para visibilizar todo el trabajo que les ha sido desplazado desde tiempos remotos.


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