¿Cómo saber si una película es feminista? Más allá del test bechdel

Por: Mariana Herrera López 

Piensa por un segundo en tu película favorita ¿listo? Ahora, si te pidiera que contestaras las siguientes preguntas:

  • ¿Hay más de una mujer en la película?
  • ¿Estas mujeres tienen una conversación entre sí?
  • ¿Y la conversación no involucra a un hombre para nada?

¿Tu película favorita pasaría el test? 

Las tres reglas anteriores pertenecen a la prueba o Test de Bechdel, una métrica sumamente famosa en la cultura popular aplicada a la industria del cine; creada a mediados de los años 80, por la norteamericana Alison Bechdel en su comic La Regla. El objetivo del Test de Bechdel es medir la representación de las mujeres en las películas de ficción.

«La regla» de Alison Bechdel donde surge la métrica para el Test de Bechdel.

A partir de los 2000’s, las reglas se convirtieron en la guía universal para señalar la poca o nula representación femenina en la industria cinematográfica; como en el 2013, cuando varios cines en Suecia, con el objetivo de promover la igualdad de género, comenzaron a calificar las películas que proyectaban a partir del Test de Bechdel. Incluso existe una página dedicada a publicar la lista de las películas que pasan (o no) las reglas del test.

El éxito e importancia de la métrica se sitúa en un panorama que conocemos bien, pues un estudio realizado en 2015 por el Instituto Geena Davis, apuntó que las mujeres sólo representan el 28.8% de personajes protagonistas en el cine, así como también que las historias donde los hombres son protagonistas reciben el doble de tiempo en pantalla (28.5%) en comparación a las historias que tienen una mujer como personaje principal (16.0%). 

Sin embargo, a pesar de la autoridad que el Test de Bechdel ha cargado por casi 40 años, la métrica está lejos de ser eficiente para medir la calidad de la representación de las mujeres en pantalla o de ser un instrumento para medir cuan feminista o machista es una película. Como es en el caso de algunas obras que podrían pasar el test y presentar contenido sexista (American Pie), o no pasarlo, pero tener como protagonistas a mujeres fuertes y complejas (Gravity).

Como bien señala la directora independiente y youtuber Bree Castellini; la función del Test de Bechdel se limita únicamente a señalar la presencia activa o pasiva de las mujeres en el cine, más no a estudiar que tan completa y compleja es esta representación, y el uso de la prueba como una guía universal para evaluar la calidad de una película puede llegar a ser contraproducente. 

No Film School apunta en su vídeo-ensayo sobre el Test Bechdel, que la misma Alison Bechdel no pretendía que la prueba pusiera en cuestionamiento la calidad de una película o se le aplicara la etiqueta de feminista, sino únicamente llamar la atención sobre un problema de representación en los contenidos que se producen y consumen en la industria del cine.

Gracias al escrutinio y fama que adquirió la prueba desde su nacimiento, el Test de Bechdel ha servido como fuente de inspiración para la creación de otras pruebas con el objetivo de analizar a profundidad las representaciones femeninas en las películas. Entre ellos destacamos dos: el Test Mako Mori y el Test de la Lampara Sexy.

Test Mako Mor

Esta prueba tiene su origen en 2013, a través de la red social Tumblr, inspirado en el personaje de Mako Mori de la película Titanes del Pacifico. El test no surge como una contraposición para el Test de Bechdel, sino como un complemento del mismo.

Como sucede con muchas películas famosas, Titanes del Pacifico no pasa el Test de Bechdel, sin embargo, el personaje de Mako Mori juega un papel importante en la película; su historia no depende de la de sus compañeros masculinos o tiene como objetivo ser el interés amoroso de uno de ellos; el arco de su personaje está enfocado en su evolución como heroína, su historia le pertenece. 

De acuerdo con Chaira, la usuaria de Tumblr que propuso la prueba, la representación femenina en las películas puede ser analizada a través de las siguientes tres reglas:

  1. Debe de haber un personaje femenino en la película
  2. Que tenga su propio arco e historia independiente de la trama principal
  3. Y que esta historia no tenga como propósito ser el soporte o comodín para la historia de un hombre. 

Test de la Lámpara Sexy

Este test de nombre peculiar fue propuesto por la escritora y editora de cómics, Kelly Sue DeConnick, que en sus propias palabras lo define así:

Si puedes reemplazar a un personaje femenino con una lámpara sexy, y la historia sigue funcionando, tal vez necesites otro borrador. Tienen que ser (las mujeres) protagonistas, no instrumentos

A pesar de que la prueba surgió inicialmente como un comentario o una broma, la idea tomó fuerza en los medios y varios círculos de internet. The Sexy Lamp Test se convirtió en un complemento del Test de Bechdel, pues centra la atención en la importancia que tienen los personajes femeninos en la historia. 

Esta prueba no sólo se plantea si las mujeres están representadas en la película, sino también si tienen algún objetivo o propósito dentro de ella. 

Independientemente de las pruebas que se usen para medir la representación femenina, debemos continuar señalando y haciendo preguntas sobre las imágenes y contenidos que nos reflejan no sólo en las películas, sino en todos los contenidos que consumimos. La representación, influenciada también por nosotros los consumidores, es de suma importancia, pues aquello que vemos en pantalla es lo que aceptamos como normal y es el reflejo de cómo el mundo ve a las mujeres.


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