Por: Alba Valdez

El ataúd verde con el cuerpo de Itzel Dayana de 16 años adentro, guió decenas de mujeres y hombres que salieron a las calles de Nanchital, Veracruz, gritar justicia por su feminicidio.

La historia de niñas cargando el ataúd de su amiga se replicó en esta ciudad al sur de Veracruz; tan solo en marzo de este mismo año, en el Estado de México, la imagen de adolescentes cargando el cuerpo de su amiga víctima de feminicidio causó conmoción.

Itzel Dayana Cisneros Gómez, fue hallada el día de 3 de junio por una vecina en su domicilio asesinada con huellas de abuso sexual.

Itzel, como todos la conocían, era estudiante de primer año de secundaria, ella había decidido quedarse en su casa a estudiar mientras su mamá y su hermana acudían a trabajar;  cuando dejó de responderle a sus familiares, se preocuparon y le pidieron a una vecina acudiera el domicilio donde la halló asesinada.

Aunque sabía que su familia era de escasos recursos Itzel soñaba con ser doctora, inclusive ahorraba desde hace tiempo para cuando fuera a la universidad. 

“Ella decía que iba a luchar y lo iba a lograr, le gustaba ahorrar, lo poco que tenía lo ahorraba, siempre procurando por los demás, así era Itzel”, dijo su tía Lidoyme.

Su asesinato causó conmoción e indignación, pues a pesar de que la fiscalía ha llamado a diversas personas a declarar hasta el momento no se sabe con exactitud quién fue el feminicida.

Al grito de “Ni una más” y “Justicia” el cuerpo de Itzel recorrió las calles de Nanchital por última vez, esta vez no lo hizo en bicicleta o a pie, lo hizo en los hombros de sus amigas quienes llorando la cargaban en un ataúd .

Por su parte de los familiares y amigos exigieron a las autoridades dar con la persona responsable de su feminicidio, así como estrategias de prevención pues Veracruz ocupa el segundo lugar a nivel nacional en asesinatos de mujeres por razones de género.

“Justicia porque ahorita es Itzel, mañana quien sabe quien sea y este caso no debe de quedar impune por la situación que se vivió y todavía la estamos viviendo, con tanta saña la trataron y hasta ahorita no sabemos motivo alguno, más que nada justicia para Itzel”, sentenció su tía. 

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