//Por: Ana Alicia Osorio//

Cinco mujeres y una mujer trans fueron asesinadas en el transcurso de una semana en la entidad veracruzana y la mayor parte de los crímenes continúan en la impunidad sin ninguna persona detenida. 

Paloma tenía 20 años. Sus sueños fueron frustrados y su cuerpo fue localizado el 7 de febrero entre los cañaverales de Ixmatlahuacan. Por ella, cientos de personas marcharon atravesando varios municipios hasta llegar a las oficinas de la Fiscalía General del Estado que le tocan, en Cosamaloapan, para exigir justicia, pues temen que el detenido por el asesinato vaya a salir libre. 

Tan solo dos días después, el 9 de febrero, una mujer fue asesinada en Ixhuatlán del Café por su esposo, un capitán del Ejército Mexicano que huyó del lugar para después enfrentarse a la policía municipal y morir en el lugar. 

El 10 de febrero, Josefina fue asesinada. Ella vivía en Mariano Escobedo y presuntamente su esposo fue quien le quitó la vida con un arma de fuego para después huir del lugar. 

El 12 de febrero Maricruz Chiquil de 32 años también fue asesinada y su cuerpo se localizó en San Andrés Tuxtla. Ella estaba desaparecida y en redes sociales se ha acusado a su esposo. 

Ese mismo día Andrea Cancino fue localizada asesinada con arma blanca en la Carretera Coatzacoalcos- Villahermosa. Su cuerpo tenía huellas de violencia. 

A la lista se suma el transfeminicidio de Getsemaní, quien fue asesinada a balazos y su cuerpo abandonado entre la maleza en Cosoleacaque. 

Veracruz sigue ocupando los primeros lugares en la lista nacional de feminicidios, colocándose en segundo sitio durante el año 2020 según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. 

Ello a pesar de que en la entidad existe una Alerta de Violencia de Género, que son una serie de acciones de emergencia que se deben implementar en los lugares donde la vida e integridad de las mujeres se encuentran en riesgo.